CULTURA

Admiraban un carrito de limpieza en el Guggenheim creyendo que era una obra de arte

Una confusión sucedida el pasado domingo en el Museo Guggenheim de Bilbao ha causado que varios visitantes admiraran un carrito de la limpieza durante cuatro horas como si fuera una obra de arte.

La trabajadora del servicio de limpieza Matilda P.R. se encontraba haciendo  su servicio en la galería principal del Museo cuando recibió una llamada urgente y se vió obligada a abandonar su puesto. Con las prisas Matilda dejó olvidado su carrito de limpieza donde estaba en ese momento. Los visitantes no tardaron a agolparse alrededor del carrito creyendo que era una pieza de arte más del museo. Guardias de seguridad y personal del Museo se acercaron también a admirar la obra. Uno de los visitantes llegó a hacer una oferta en firme de 400.000 euros por adquirir la pieza, la cual catalogó como “La obra más auténtica que he visto en mi vida. Representa la cruda realidad, sin matices…”. Cuando llegó la hora de entrada del siguiente turno de limpieza y quitaron el carrito de la galería los visitantes allí agolpados, que ya sumaban la veintena, se miraron unos a otros con cara extraña y se dispersaron por otras partes del Museo.

Finalmente la oferta por el carrito fue retirada, pero vista la repercusión que tuvo, el Museo ha organizado para el próximo mayo una exposición con el nombre de “Lo Cotidiano” donde se mostrarán piezas de uso común para deleite de los visitantes.