Ofrece abrazos gratis y le roban la cartera
El pasado domingo, Ulises G. P. se levantó cargado de optimismo. Sentía unas inmensas ganas de compartir su positividad con los demás y tras desayunar unos Chococrispis, decidió devolver a los demás todo lo bueno que estaba viviendo. Se vistió, se despidió de sus padres, y se lanzó a la calle a repartir abrazos gratis con todo aquel que necesitara algo de cariño o quisiera compartir su estado de ánimo sin más.
Con su cartel de «ABRAZOS GRATIS», abrazó a todo aquel que se le acercaba con los brazos abiertos. Mujeres, hombres, niños, de todas las razas, edades, estaturas… todo aquel que quiso tuvo su abrazo con Ulises, sin importarle el calor que aún hacía y que alguno incluso venía de hacer deporte, o de vuelta de toda la noche de juerga.
Lo malo vino cuando llegó la hora de volver a casa. Ulises fue a echar mano de la cartera y descubrió, horrorizado, que se la habían robado. «A esto no hay derecho, salgo a repartir alegría, y el karma me paga de esta forma», se quejaba nuestro protagonista.
Ulises volverá a la calle a dar abrazos, pero desde hoy empezará a cobrarlos, «al menos hasta que recupere lo que me robaron, soy tonto pero no gilipollas».