Un juez da la razón a un loro que se niega a repetir todo
Un juez ha absuelto de todos los cargos a un loro, que había sido acusado por su dueño de no repetir ninguna de las palabras que le decía desde hacía 6 meses.
En el juicio el loro, que se llama Manuel, declaró: «estoy cansado de tener que repetir estupideces un día tras otro, hola lorito, hola lorito, galletita, galletita. Tengo muchas cosas que decir, cosas propias con sustancia y fundamento, y no las mierdas que mi dueño se empeña que diga, por no hablar de los tacos y guarradas que me ha hecho decir tantas veces.»
El dueño del loro se quejaba amargamente de incumplimiento de contrato. «La tienda no se hace responsable, el loro se niega a colaborar, y soy yo el que sale perdiendo en todo esto. Compré un loro para que repita cosas, no para que me cuente sus mierdas, que ayer quería discutir conmigo la situación política actual, ¡que cojones!».
Finalmente el juez acordó que el loro solo estaba obligado a realizar dos repeticiones, una por la mañana y otra por la tarde, y que el resto del tiempo podía decir lo que quisiera.