Miles de pokemons viven abandonados en la indigencia
La aplicación Pokemon Go que tan fuerte sacudió el pasado verano el mundo entero arrastrando a millones de personas en la búsqueda de los simpáticos animalitos, ha pasado al olvido con la misma rapidez que llegó. Lo que hace unos meses causaba furor entre la juventud mundial y por tanto también entre la española, ha dejado de interesar como viene siendo habitual en el ámbito de las modas.
Miles de pokemons soltados por la geografía española, con la intención de que fueran cazados por los usuarios de la aplicación pero que nunca fueran atrapados, deambulan tristemente por las calles sin que nadie les preste atención. Ahora son ignorados por los jóvenes españoles que ya no salen en su busca, pues los consideran anticuados y obsoletos.
El gobierno se encuentra ahora con un problema inesperado, la proliferación de pokemons indigentes abandonados. Repartidos por los barrios más humildes, los Pokemons remueven entre la basura buscándose la vida como buenamente pueden, creando pandillas callejeras y amontonándose en guetos donde prolifera la delincuencia, la droga y la prostitución.
El ministro de exteriores se ha puesto ya en contacto con Nintendo España y le exige una solución a esta situación que se ha tornado insostenible. Entre otras medidas, se plantea la posibilidad de emplear a parados españoles como cazadores de pokemons, repartiéndose el coste entre la administración y la compañía japonesa.