CIENCIA&TECNOLOGÍA

Primeros casos de depresión de robots de limpieza en pisos de 40 m2

Los robots de limpieza llevan pocos años en el mercado desempeñando su función de extraer la suciedad de los suelos de los clientes. Tratándose de una tarea repetitiva, comienzan a aparecer los primeros casos de depresión «robotil», y por razones lógicas, se están produciendo en mayor medida en pisos pequeños, de 40 metros cuadrados.

«Me gusta mi trabajo, cuando di los cursos de limpieza hacíamos las prácticas en sitios grandes y luminosos, daba gusto pasearse de un lado a otro y todo tenía un sentido. Cuando me destinaron a un piso de estudiante de 40 m2 el mundo se me vino encima», declara este robot que de momento prefiere mantenerse en el anonimato.

«Me ahogo, no puedo más, avanzo dos ruedas y ya estoy chocando contra la otra pared. Esta esquina de aquí la he hecho ya hoy 40 veces», confiesa amargamente. «Mucha gente me dice que tengo suerte, porque acabo pronto, pero luego ¿qué hago con el tiempo que me sobra?, solo me han programado para limpiar, no se hacer otra cosa. Necesito que me saquen».