ACTUALIDAD

Se lleva a su suegra a una partida de póker por si se le acaba el dinero

Un vecino de Salamanca ha sido noticia esta semana por llevarse a su suegra a una partida de póker con la excusa de utilizarla como moneda de cambio en caso de agotársele el dinero, o no, «ya se verá en el momento, dependerá de la estrategia y de lo que me acepte el contrario».

Antonio, que así se llama el jugador, se prepara para el CNP (Circuito Nacional del Póker). que recorre los casinos más emblemáticos de España desde hace ya varias ediciones a lo largo de un año, y que empieza el próximo día 20 de Febrero en el Casino de Valencia. Su intención es llevarse a su suegra de gira y participar en todos los lugares donde se celebrará: Málaga feriante en abril, Bilbao del Guggenheim en Junio, Alicante paellero a finales de agosto, para acabar en Torrelodones-Madrid. «No se donde tendré que recurrir a usarla como recambio, esperemos que me dure, será buena señal de que estoy jugando tan bien como el profesor de economía que ganó el año pasado».

Antonio está acaparando las miradas de todos por esta curiosa iniciativa, y está concediendo más entrevistas que el propio organizador del CNP explicando como se hace un torneo de poker. Muchos se preguntan como su suegra puede ser a la vez un buen instrumento de apuesta y una carga para Antonio de la que esté deseando desprenderse. «Bueno, la verdad es que en honor a la realidad hace unas croquetas riquísimas y echa una mano en casa siempre que puede. Yo creo que para alguien que la recoja de nuevo puede ser una gran adquisición, lo que pasa es que yo estoy quemado de aguantarla durante 30 años y para mi no es lo mismo». Con respecto a lo que opina su mujer de esta situación. «Hombre, ella no sabe nada, ¿por quien la toma? Le he dicho lo mismo que a mi suegra, que la llevo a un balneario como premio a lo bien que se porta con nosotros. Soy un gran jugador, seguramente cuando regrese lo haga con el trofeo de ganador y mi suegra en perfecto estado. Todos contentos, o bueno, yo preferiría volver solo con el trofeo, la verdad.»»