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Regala flores a su novia vegana por San Valentín y se las come

Llegó el día de los enamorados, de Cupido, de San Valentín, de las joyerías, de las floristerías y de los Restaurantes que se tornan románticos con solo la presencia de una vela decorada en el centro de la mesa.

Aunque es una fecha de regalos, en ocasiones, el agasajo que se hace a nuestra bella dama, le gusta de forma distinta a como creíamos. «Sorpresa mi amor, me dijiste que te encantaban las flores, te traigo una docena de rosas…» eran las palabras literales de un joven que con timidez se acercaba a la mesa de una cafetería en plena Gran Vía de Madrid. «Hasta el tallo de 60 cm se ha comido con ketchup la hijaputa como si imitara al monstruo de las galletas» manifestaba el joven en la misma floristería instantes después rogando que le devolvieran el dinero.

«49 euros en flores me he gastado y me dices con aliento de licor de flores del restaurante chino pero sin licor que… ¿yo que quiero para este día? Pues… una docena de huevos. Ah, lo de ponerlas con agua, olvídate, que te has comido hasta la tarjetita con el mensaje de amor».