Un vegano extremista dio ayer un golpe sorpresa en una granja de caracoles de Móstoles, abriendo una de las verjas y liberando a más de 1200 caracoles de una tacada. «¡Huid, sois libres, nunca os cocerán en una olla ni seréis engullidos y vuestras casas chupadas!», gritaba el vegano mientras procedía a la liberación.
Con lo que no contaba el terrorista es con la lentitud de los animales liberados, a los que trató de animarlos y empujarlos para que corrieran más. «¡Vamos chicos, hay que aligerarse, que nos van a pillar!», gritaba angustiado. Finalmente pudo ser atrapado por la policía 5 minutos después de ser avisados del acto vandálico. La detención se produjo a 10 metros de la granja ante el estupor de todos.
«El plan tenía lagunas, lo reconozco. Tenía que haber traído un saco y logística para el traslado a otra zona. Lo que más siento es que esos pobres caracoles vuelven a estar en peligro de muerte por mi culpa. ¡Volveré a por vosotros chicos, no desistáis», decía mientras se lo llevaban.
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